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La Marea

La inscripción lapidaria, aquel epitafio promesa envejece en las grietas de mis piedras: “El poema eres tú” fue acaso mi última certeza.  Se...

Hora de la muerte: 9:30

Yo me imagino que matar es esa sobredosis que se escapa de las manos por placer extremo,
O el sexo clandestino que al calor de la pasión vale cualquier precio;
El desenfreno de la ira te ciega y apuñalas y penetras
Una y otra vez el cuerpo de tu propia miseria
Y te bañas en sangre con el último manjar de tu lengua.
Yo me imagino que matar es el orgasmo de lo perverso
Y nuestro sentido más primitivo de la justicia;
Sin autopsia que revele que la muerte es merecida.
Entonces aferrados al placer entre las piernas y el hambre satisfecha,
Se suicidan a las nueve y media dueños absolutos del climax.
Los amantes son bestias que quieren morir invictas.