Destacado

La Marea

La inscripción lapidaria, aquel epitafio promesa envejece en las grietas de mis piedras: “El poema eres tú” fue acaso mi última certeza.  Se...

Proclama

Yo quiero ser tu resaca y tu ebriedad;
tu exceso y tu necesidad.
Quiero ser la marca que queda en tu cuerpo 
después de tanto arañar;
el beso sincero y tu modo predilecto  de pecar.

Quiero ser tu secreto y quiero ser tu verdad;
lo que admites en silencio 
y lo que quieras proclamar. 
Quiero ser tu fuerza y tu debilidad; 
pasión vulnerable o implacable como el mar.

Quiero ser el respiro de tu tiempo,
tu locura, tu argumento;
el beneficio de tu duda
y lo que das por hecho...
La fe de errata de tu escrito,
tu sarcasmo más cínico, 
el aplauso de los críticos:
Yo quiero ser tu premio.
Y sí, quererlo todo 
porque todo lo puedo,
porque así yo vivo,
porque así te quiero...

¡Quiero defenderte en cada guerra 
aunque yo no tenga paz!
Y puedo herirte y te voy a salvar.
Yo quiero, amor, darte lealtad en libertad.

Quiero habitarte
en lo trivial y lo trascendente:
que llegues a casa y quieras verme
y que por mí le tengas miedo a la muerte.
Quiero tatuarte‎,
pertenecerte,
que me mires frente a frente;
desafiarte hasta que no puedas evitar quererme.

Quiero defenderte en cada guerra 
aunque yo no tenga paz:
yo quiero, amor, darte lealtad en libertad
Una noche y nada más.




















No hay comentarios:

Publicar un comentario