Entre hormonas y alcohol en sangre
Me habitas y te contengo,
Entre el frío de mis huesos y el calor de mi pecho
Me abrazo a tus ausencias y te espero.
Ah, lo escribo y casi me detesto.
¿Dónde estás, agua de mis inviernos?
Me urge sembrarte en mi cuerpo.
Te guardo el ingenio de mi lengua,
Entre mis piernas te aprieto,
Entre mis piernas te aprieto,
Sólo a tus manos buscan mis pechos.
¡Ay de ti cuando mis dedos te toquen!
¡Ay de mí todo el día, toda la noche!
Ahogados en un riachuelo,
Revivir y prendernos en fuego.
Tállame en tu madera,
Tállame en tu madera,
Toma la curva de mis caderas
Tuya, a pedazos, íntegra, entera,
Sedienta, tierna, violenta, ¡satisfecha!
Sedienta, tierna, violenta, ¡satisfecha!
Antes de que estés despierto voy a vaciarte completo
Cual prometido, abundante, espeso,
Merecido, torrencial, engullido y devuelto: ¡Obsceno!
¿Puedes sentir el movimiento?
Merecido, torrencial, engullido y devuelto: ¡Obsceno!
¿Puedes sentir el movimiento?
¿Tú sabes cómo me muerdo cuando te pienso?
¿Cómo me ardes por fuera y por dentro?
¿Sabes que voy a cobrarte todo, todo lo que me has hecho?
¿Sabes que voy a darte todo lo que no me han hecho?
¿Que voy a devorarte como animal en celo
Y aunque seas bestia salvaje, no te tengo miedo?
Ven, te reto,
Vayamos a duelo:
Vayamos a duelo:
Mátame adentro,
Mar adentro,
Más adentro,
¡Adentro!
¡Adentro!
Un torrente de emociones se agolpan en mi al leer éstas líneas.
ResponderEliminarHermosas y atrevidas.
Gracias por leer, pero sobretodo gracias por escribir!
EliminarMe tejo un sol a la salud de este poema
ResponderEliminar¡Salud!
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