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La Marea

La inscripción lapidaria, aquel epitafio promesa envejece en las grietas de mis piedras: “El poema eres tú” fue acaso mi última certeza.  Se...

Código de ética

Nunca un poeta me oirá decirle te quiero...
Los dedos que me escriban no tocarán mi deseo;
No trasgredo versos con un vulgar cuerpo.
Si acaso llegáramos a querernos,
Levantaremos escribiendo juntos mil templos
Que no profanaré con la tinta del sexo.

Descarto el amor de los poetas porque ya lo tuve
Y supe que mis pasos necesitan más tierra que nubes.
La poesía no es la única llama que me prende en fuego:
Yo soy más que un montón de versos sueltos.

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