Destacado

La Marea

La inscripción lapidaria, aquel epitafio promesa envejece en las grietas de mis piedras: “El poema eres tú” fue acaso mi última certeza.  Se...

Cosquillitas


Hijito mío,
Ahora cuando por fin me has regalado los besitos de tus labios, me derrito en tu carita de algodón y las caricias de tus manos. Yo te camino como hormiguita con los dedos paso a paso y ¡cosquillitas, cosquillitas! me pides cuando cantamos. Si tu supieras, hijito, la gran dicha que yo hallo en tu diminuta nariz; te miro y soy feliz recordando tus ojos inmensos la primera vez que te vi con tu boquita haciendo como un pescado. De más me conmoví y te cargaron otros brazos porque mamá estaba llorando. ¡Cosquillitas, cosquillitas! me pides cuando he llegado y empieza la fiesta que oye el vecindario. Es mamá enamorada gritando "estoy loquita por ti", para que entiendas mi arrebato. Sé que sabes al fin que te amo, cuando en la locura de mi abrazo te pones tan feliz que no sabes qué decir y gritas ¡mami, feliz cumpleaños!

Matar la esperanza

Matar la esperanza a rocas, 
Con puñales,
Con cualquier cosa.
Matarle,
No dormirle:
Abolirle
Y dejar de escribirte.
Acaso recordarte
Como a los cobardes:
Disparaste,
Huíste,
Fallaste.

Huir de sonidos,
No pensarte,
Saberte vivo
E ignorarte.
Olvidar que te quise,
Que estoy a tu alcance;
Matar la esperanza de tu regreso
¡Qué triste no esperarte!
Barrer todo tu imperio
Tu encanto y tu arte;
Todo esto que pude darte
Y no quise confesarte:
Tus llamas en mi fuego
 Y el verbo interminable.
Hoy abandono los besos
Que jamás podré darte...
Deseos a rabiar insaciables.

Saberte lejos ahora,
Dejar de ser tonta
Y sacarte de mí.
No llorarte, amor,
Porque nunca me llamaste así 
A pesar de tus te quieros
En el año que te di.
Qué desilusión
Borrar la esperanza
De todo cuanto sentí.

Matar la esperanza en defensa propia;
Cayó otra noche hallándome sola,
No queda nada para perpetuarte,
No iré por ti ni vendrás a buscarme‎
Y aunque pudimos ser grandes,
Claudicaste.
Hoy abandono los besos
Que jamás podré darte...
Deseos a rabiar insaciables.

‎Descartar lo posible,
No soñar un mañana,
No redimirte.
Despedirme,
Irme ‎como dejé de creerte:
Inevitablemente.
Matar la esperanza
Abruptamente.
No fui suficiente.
Aun queriendo sacudirte
Y pedirte razones,
Matar la esperanza 
Y los sinsabores.
Sobrevivirte
Y algún día sonreírte
Aunque nunca te perdone.