Sin una clara sentencia, pasa la breve ausencia a perpetua si es tuya la cadena. Me dejas a la intemperie de la tierra ajena a merced de una libertad que no preciso; te quiero, te ansío mío y en el puño de mis ansias te hago añicos. En las grietas, puede tornarse tu carne en espejismo si mis uñas sólo clavan más profunda la carencia del exilio. Soy la vergüenza del adicto sin alcohol ni cigarrillos temblando la abstinencia del más antiguo vicio. Corro peligro. Paso de artista frustrado a consumado mendigo... Maldita sea, abre la puerta. Te necesito.
Destacado
La Marea
La inscripción lapidaria, aquel epitafio promesa envejece en las grietas de mis piedras: “El poema eres tú” fue acaso mi última certeza. Se...
Rompo el vidrio
Rompo el vidrio
Te escribo en caso de ausencia
Sin prisa ni urgencia
Propósito, exigencia
No temas
Acudo a tu ilusión de presencia
Me busco en tus letras
Pues he enmudecido
Me leo, te escribo
Siento que me he ido
Rompo el vidrio en la carencia
Desde la tierra del vacío
Acaso te astillo
Acudo, disimulo:
¿Cómo estás? ¿De dónde eres?
Esta noche no existo
Me busco
¿Me has visto hoy en versos tuyos?
Te escribo en caso de ausencia
Sin prisa ni urgencia
Propósito, exigencia
No temas
Acudo a tu ilusión de presencia
Me busco en tus letras
Pues he enmudecido
Me leo, te escribo
Siento que me he ido
Rompo el vidrio en la carencia
Desde la tierra del vacío
Acaso te astillo
Acudo, disimulo:
¿Cómo estás? ¿De dónde eres?
Esta noche no existo
Me busco
¿Me has visto hoy en versos tuyos?
Advertido
Los poetas son abstractos y no pueden materializarse juntos. Es injusto, pero viven a la sombra de sus libros, el vértigo de sus delirios; la profundidad y sus peligros. Los poetas se sueñan hasta que la realidad los toca. Qué cosas: los poetas viven en los versos de unos dedos y mueren de silencio en el verbo de una boca.
Estás advertido: No te mueras conmigo.
César
Perdí el poema que me diste antes de morir. ¿Por qué he vuelto a aguardar la muerte para atesorar la vida? Juraba, César, que los hombres como tú eran eternos.
Un día como hoy
"Los árboles aún se inclinan para verte caminar... y todo queda triste cuando ven que tú no estás".
Armando Manzanero
Hoy nos hubiéramos atrevido a llenarnos la boca de sabor,
Los oídos de ideas,
La vida de humor.
Seguramente te habría hablado de alguna canción
Y vos...
Vos me habrías amado sin hablar de amor.
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