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La Marea

La inscripción lapidaria, aquel epitafio promesa envejece en las grietas de mis piedras: “El poema eres tú” fue acaso mi última certeza.  Se...

Vicio

Sin una clara sentencia, pasa la breve ausencia a perpetua si es tuya la cadena. Me dejas a la intemperie de la tierra ajena a merced de una libertad que no preciso; te quiero, te ansío mío y en el puño de mis ansias te hago añicos. En las grietas, puede tornarse tu carne en espejismo si mis uñas sólo clavan más profunda la carencia del exilio. Soy la vergüenza del adicto sin alcohol ni cigarrillos temblando la abstinencia del más antiguo vicio. Corro peligro. Paso de artista frustrado a consumado mendigo... Maldita sea, abre la puerta. Te necesito.




3 comentarios:

  1. ...Guao...que celos tengo de tu vicio irrefrenable...

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  2. Y sin embargo te quiero..

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  3. No soy fan de este tipo de escritos. Confieso que debo a veces leerlos dos o tres veces para captar su mensaje. (a veces ese es el objetivo del autor). Pero como te dije hace días, me gustó. Y aquí mi comentario, ese que tanto anhelamos los bloggers cuando publicamos por aquí.

    Sigue escribiendo estimada Eva.

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