No ansío nada que hayas tocado
Ni canción que hayas oído,
Tus caminos transitados
Ni en común los amigos;
Todo tú lo has profanado con hastío.
No quiero nada compartido
Ni legados ni vestigios.
No más cenizas o faros encendidos
Ni destellos en mis ojos si te miro.
Adiós al brillo que irradiábamos,
Adiós a los disparos de tus labios
Y recuerdos en naufragio;
Todo tú lo has corrompido con agravio.
Es el preludio del olvido.
Es un presagio decidido;
Evadir las nostalgias
En silencios y sonidos,
Ansiar la indiferencia,
Borrar huellas y caminos,
Partir de la tierra donde nacimos
Y escribir en piedra que hoy emigro;
Advertir la paz cuando te has ido,
Amar la soledad de mi recinto,
Y despedirte en líneas que te escribo,
Pues todo tú lo has aspirado al abismo.
Desvaneces en la música de mis oídos,
Te diluyo en el tiempo y te bendigo
Sin luto ni lamento,
Sin apología del delito,
Reos ni litigios;
Reos ni litigios;
Si acaso somnoliento,
Como quien deja atrás un desierto casi infinito...
Hoy trasciendo,
En mi oasis respiro,
Y te dejo mi preludio del olvido.
Genial.
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