Espejismo

¿De qué me sirve tu espejismo si no guarda mi reflejo?
¿De qué te sirve en tus olvidos mi leve recuerdo;

El placer que no gime y la dicha que no ríe contigo?

¿De qué me sirve el verbo que no nombra tus sentidos?

Y todos tus pasos breves en mi largo camino;

Tu peso en mis párpados mientras callas y te escribo.

¿De qué? 

De razón o de pretexto,

De adicción o de placebo

Como tu acento en la voz de mi silencio,

Como tenerme despierto

 Pero dormirte sin besarme,

Como estar en la punta de tus dedos

Y cortarte la mano para no tocarme,

Como estar en la curva de tus labios

Y nunca nombrarme

¿De qué te sirve el puente que te tiendo?

Como niega la lluvia sus gotas al desierto,

Como evitar la verdad a favor del misterio

Como quedarte callado cuando no miento

Y seguirme mintiendo en los silencios.

¿De qué me sirve saberte cerca y moribundo,

 presente o futuro que persiste en lo profundo,

Invocarte mientras te resistes,

Saber que existes y que no estamos juntos? 

¿De qué me sirves en este mundo?

It's never you

Bells announce crowds at my door
And yet it's never you
I've honored every word
Even though you never do
Showered you with treasures

Cleared paths and emptied vessels
And yet you seem untrue.

Showed you sins and innocence,
Dreams, lust, reminiscence,
Unwrapped abyss and revelations,
Let you read me like a book,
Created lots of new sensations
So you could cuddle in my moon.

Yet you lay way further

While I fly and sing the blues. 

The bells are still tolling,
Crowds knock on my door
 And I won't even move;
I know it's never you.

El juicio

 Señor Juez,
En nombre de la razón
Me ha decretado la censura y la ausencia.
Por el poder que le confiere el intelecto,
Es un absurdo que yo le quiera.
Desde su trono autoimpuesto,
A la cordura me sentencia.
Con su licencia poética
Sin letras me impide el vuelo;
Me hunde los pies en la tierra.
Amparado en libertad del pensamiento
Se confina a su solitario imperio
Extinguiendo las llamas de mi incendio;
Todo el calor que le guardo en mi pecho.
Señor Juez, decreto:
Usted se condena a perderme poco a poco.
Señor Juez, ya en serio,
¿Cuál de los dos está más loco?
¿Yo por amor o usted por ciego?

Conjuro

¿Cómo te escribo el fuego que llevo dentro,
Cómo te atrapo entre mis piernas,
Hacer un libro de tu piel entera,
Colmarte el cuerpo y el sentimiento,
Mostrarte vida antes de que mueras,
Urgirte el tiempo de que me quieras
Cuando aún ni siquiera te beso?

¿Pospone acaso al trueno la lluvia?
¿Seguirte sintiendo sin ser tuya?
¿Detiene el desierto al frío viento?
¿Dejar que el agua siga corriendo?
¿Habrá fecha de nuestro tiempo?
¿Quizás siempre, a veces, nunca?
Dame el conjuro, clava la flecha,
Haz de mi lienzo tu obra plena.
Yo te lo juro, valdrá la pena.

Nocturna

Basta una ausencia para enlutar una canción.
Como cartas sin destino ¿a dónde irá este ardor?
Altar sin rito, ¿de qué sirve mi grito en tu silencio?
¿Qué le aguarda a un ave sin cielo?
¿Una vela a la luz de mis deseos?
¿Cenizas de fugaces recuerdos?
Me hago trizas en gemidos
Me flagelo entre sonidos
Y tú, premio o castigo,
Incierto mas profundo,
Intenso o moribundo,
Yo te pienso y no te olvido.
Intermitente y constante
Consciente y aberrante.
Mas el mérito no es tuyo:
Mi delirio es sólo mío.
Y persisto,
Entre lo sutil y lo profano,
Lo infantil y lo sagrado.
Y resisto,
Porque aún no te amo.

La espera

Quiero dejarte besos para recibirte si no puedo esperarte.
Amarraré mis manos para ocultar que te siento sin tocarte.
Voy a burlarme de mí cuando insista en pensarte.
Voy a peinarte en secreto, voy a morderte, voy a apretarte
Aunque no sepa quién eres ni cuánto vas a quedarte.

Ocultaré mis ansias para bien y para mal.
Nunca sabrás que de ti quiero más:
¡Mordiendo los labios contendré el mar!
Mientras tanto, más temprano que tarde,
Quiero dejarte besos para recibirte si no puedo esperarte.

Ritual

Escribir,
Escribir hasta que sangren los dedos
O hasta merecer cada verso.
Exorcizar demonios
O hacer un pacto con ellos.
Vivir,
Sentir del estupor al tedio:
Requisitos del poeta perpetuo,
Aparte del amor sin asidero.

R.I.P

Si soy verso primero me leo y luego existo.
Poco lamento como las cartas no enviadas,
No saber cómo llegó una rosa a mi libro,
La palabra callada y los poemas no leídos;
Eso que nunca se dijo y hoy es cadáver escrito.