La inscripción lapidaria, aquel epitafio promesa envejece en las grietas de mis piedras: “El poema eres tú” fue acaso mi última certeza. Se...
R.I.P
Si soy verso primero me leo y luego existo. Poco lamento como las cartas no enviadas, No saber cómo llegó una rosa a mi libro, La palabra callada y los poemas no leídos; Eso que nunca se dijo y hoy es cadáver escrito.
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