En medio del adiós y del reencuentro.
Mis paisajes son posibles y tú, ciego;
Parajes de piel inflamable y tú, fuego.
Transeúntes al acecho y tú, lejos.
Prófugos, prójimos y sonidos estridentes
Sometidos al eco de tu voz en mi mente.
Mientras seas más esquivo, más te olvido
Sin importar razones del ausente;
Que seas sublime es sólo un accidente.
No rastrearé tus pasos si no en mi camino,
No me esfuerzo en detenerte
Pero siempre bienvenido.
Tienes mi corazón en pausa y retroceso,
Suspirando y escribiendo sinsentidos.
En puerta menos entreabierta, te espero
En medio del adiós y del reencuentro;
De mi mano abierta caen versos sueltos
Asiándome tuya aunque no esté contigo.
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